Parque “Luis T. Merazzi”: La gran conquista de todos
Una magnífica conquista, fruto de muchos años de esfuerzos.
Muchos auténticos ferrocarrileros trabajaron apasionadamente para concretarlo… Quienes en forma inteligente idearon el operativo de compra... Quienes compraron algunas parcelas del terreno para posibilitar la operación... Quienes luego restituyeron al club estos mismos terrenos... Quienes trabajaron en el proyecto del estadio, la nivelación del terreno, la campaña de materiales, quienes concertaron la construcción y procedieron a su inauguración. Los hinchas que siempre respondieron, con bolsas de portland, comprando el valor de una columna, u otra forma de colaboración…
Por eso el Estadio “Luis T. Merazzi” es el triunfo de todos los ferrocarrileros y constituye un magnífico homenaje a quien fuera el gran conductor de todos los tiempos.
El Parque Luis T. Merazzi fue inaugurado el 13 de mayo de 1978, siendo el presidente de ese entonces Julio César González Etcheverry, apodado el “chato”.
Así nace el sueño de todos – El Estadio propio
A pesar de que la inauguración del Estadio “Luis Merazzi” se realizó en 1978, el nacimiento de la idea se remonta a muchos años antes.
En 1949, Eduardo Malaquina, integrante de la directiva de Ferro Carril Fútbol Club, transmitió a la directiva las intenciones del “Lawn Tenis” de vender el predio de 5 ½ hás. donde hoy se levanta el Estadio Merazzi.
Como los recursos no eran suficientes para la compra, se decidió fraccionar el predio, reservándose Ferro Carril 3 hás. El resto de los 30.000 mts2 fue dividido en lotes, vendiéndose a un precio superior al costo para financiar el total de la compra.
Todos los dirigentes compraron uno o más lotes para posibilitar la adquisición del predio.
Pasaron muchos años sin que variara la situación, pero la visión de un estadio propio siemrpe estuvo latente, a la espera de algo que la despertara.
Y así fue, cuando se abrió la ruta surgió la iniciativa de recuperar los predios, debido a que el trazado de calles internas reducía mucho el espacio reservado para el estadio.
Los esfuerzos dieron resultado, surgiendo una vez más el gran cariño de los ferrocarrileros de la institución. La mayoría de los propietarios donaron sus terrenos, otros los vendieron al mismo precio que los habían comprado muchos años atrás. Alguno lo permutó por terrenos similares.
De esa manera se logró recuperar el predio, ubicado en zona de excepcionales ventajas, para levantar el estadio.
Comenzó así otra etapa titánica, la de echar bases a la construcción.
En esa fase debe destacarse la actividad de tres auténticos ferrocarrileros: “Pepe” Da Silva Amorim, brazo ejecutor de los primeros trabajos de nivelación del predio; Alejandro Castellini, con su prestigio de persona de bien, y el cariño que se había ganado en la sociedad, era el encargado de todas las gestiones necesarias; y el Ing. Agrimensor Walter Margall se encargó de todo el proyecto y las mensuras del caso.
Una gran conquista: La Construcción
El estadio lleva el nombre de una de las legítimas glorias de la institución: Don Luis T. Merazzi, y no solo ha servido para ampliar el patrimonio de la institución, sino que representa el sentir propio de todo club: tener su cancha.
Es un esfuerzo de dirigentes y de hinchas, con rifas y colaboraciones. Adquiriendo el tejido, los postes, la colaboración de la bolsa de portland, concretar una tribuna, alcanzar la colocación de la luz y el agua (bombeada de un pozo de 67 mts. de profundidad) en todo el estadio.
En fin, un cúmulo de esfuerzos que solamente el amor al deporte y el cariño a la institución puede concretar. Lucha y sacrificio de gente, que a veces no figura en las crónicas. Pero que sienten la enseña y ahincadamente, tozudos, pueden alcanzar objetivos que aparecen inaccesibles.
Así se logró construir el Estadio de Ferro Carril, según lo cuentan las palabras de Julio Gutiérrez, quien fuera Presidente de Ferro Carril en 1980 y 1981, e integrante de la subcomisión para la construcción del estadio Luis Merazzi.
“La rifa de la “pantera negra” al club le dejó una cifra importante de dinero y con eso resolvió la Directiva, presidida por Julio César González Etcheverry, empezar la obra del Estadio.
Ya teníamos el alambrado olímpico y postes.
Se formó una sub-comisión integrada por González Etcheverry , Julio Gutiérrez y el Agrimensor Margall.
Desde allí se inició la construcción con la colocación del alambrado y nivelación del piso, a cargo del Ing. Agrimensor Margall y la colaboración de Víctor H. Bisio con las máquinas.
Se emparejó el terreno, el piso de la cancha y los taludes.
Luego se fue a buscar a Cujó; nos hizo un croquis de las instalaciones y tribuna de 20 mts.
Como teníamos el dinero disponible se hizo la obra.
Posteriormente se hizo otro pedido de colaboración al asociado, que consistió en la donación de una bolsa de portland, y con eso se concretó otros 10 mts. de tribuna.
El estadio se inauguró en el año 78, contra Bella Vista de Paysandú, en el marco del Campeonato de Clubes Campeones del Interior.
Al otro año, en 1981, con otra rifa, se colocan cuatro columnas con cuatro focos, para practicar.
Y en el 81 también, se hizo pozo semisurgente.”
El primer gol en el Luis T. Merazzi
El primer partido oficial disputado en el Merazzi se dio a fines de marzo o inicios de abril de 1978 frente a Sportivo Belén, por las eliminatorias departamentales para clasificar al Campeonato de Clubes Campeones del Interior.
Este encuentro no fue con el que se inauguró oficialmente el Luis T. Merazzi, lo cual se detalla más abajo, pero fue el primer encuentro por una competencia oficial que se disputó en nuestro máximo escenario.
En ese debut histórico fue victoria de Ferro Carril 4 a 1 y el PRIMER GOL en el Merazzi lo marcó Italo "Corcho" Arrigoni.
Arrigoni tomó el balón en mitad de cancha y le gritaron "pateá" (el arquero rival era de baja estatura), a lo que el "Corcho" sacó un disparo potente, por arriba del arquero, marcando el primer gol oficial del Luis T. Merazzi y su ÚNICO gol en jugada de cancha.
Arrigoni marcaría otros goles para Ferro Carril en su extensa carrera en el club, pero todos de penal, incluso siendo uno de los rematadores en el encuentro ante Bella Vista el 13 de mayo de 1978, encuentro descrito más adelante.
Por tanto, el debut oficial de Ferro Carril en el Luis T. Merazzi fue un triunfo, haciendo honor a tanta historia, hasta ese momento y a la que habría de venir!
Nota: agradecemos especialmente a Italo Arrigoni por contarnos, de primera mano, la verdadera historia del debut oficial de la franja en el Luis T. Merazzi.
Inauguración oficial: “Salva” de 30 penales tras empate agónico
El 13 de mayo de 1978, Ferro Carril concreta una etapa histórica en la vida de la Institución.
Tras muchos años de esfuerzos, el estadio propio estaba en condiciones de ser inaugurado de forma oficial.
En homenaje a quien es unánimemente reconocido por los ferrocarrileros como el más grande dirigente de todos los tiempos, habría de llevar el nombre de Don “Luis T. Merazzi”, para que siguiera siendo nuestro guía, como lo fue por más de treinta y cinco años.
El partido inaugural se cumplió el día 13 de mayo, contra Bella Vista de Paysandú, en el marco del Torneo de Clubes Campeones del Interior.
Ferro Carril, Campeón Salteño de 1977, disputaba la final de su llave frente al campeón sanducero.
En el partido de ida, Ferro había logrado un importante empate en Paysandú. Pero lamentablemente la clasificación que parecía muy probable no pudo ser.
El partido terminó empatado 2 a 2, y luego de la ejecución de 30 penales, 15 por cada lado, salió mejor parado Bella Vista que convirtió 13 veces, mientras Ferro lo hizo en 12 oportunidades.
Los goles del partido fueron convertidos por De Los Ángeles (BV) a los 25 min., Pablo Rodríguez F.C.F.C.) a los 28 min., Carlos Cerviño (F.C.F.C.) a los 57 min., y faltando 3 minutos para el final, empató para los sanduceros De Jesús, obligando a definir por penales.
Ferro Carril formó ese día con: Ramón Rivas, J. Gularte, Dutra, V. Gularte, Julio Arrigoni, Julio Luccini, Carlos Cerviño, M. Ruiz, José Luis Finozzi, Walter Finozzi y Pablo Rodríguez.
Luis Merazzi "El Guía"
Pasan los años de la desaparición de Luis Merazzi, pero jamás su huella. Su obra trascendió el mero pleno ferrocarrilero y se proyectó sobre el deporte salteño todo.
Presidió nuestro Club durante treinta y cinco años y le imprimió el sello de su rectitud y capacidad. Fue presidente entre los años 1917-1930 y 1932-1952.
Fue un gran dirigente cuando el Club era formado por solo unos pocos muchachos soñadores que se reunían en la pieza de un almacén y fue un gran dirigente cuando aquel modesto cuadrito se hizo potencia en lo deportivo, lo social, lo edilicio y económico.
Los problemas del diario acontecer, los encaró con decisión y acierto y los del futuro los previó con una clarividencia de visionario.
Agregó a su capacidad de dirigente una bonhomía y amabilidad en el trato que le granjearon la simpatía no solamente de los ferrocarrileros sino de los propios adversarios.
Es muy conocida la anécdota de su primer contacto con Ferro Carril. Haciendo de juez de arco en la "cancha vieja" en una incidencia, muy dudosa, dictaminó gol contra Ferro Carril. Y nadie se lo reprochó, tal era la autoridad que emanaba de su persona y la confianza que inspiraba su manera de proceder.
Para los que lo conocieron íntimamente, para los que tuvieron solo contactos esporádicos con él y aún para los que no tuvieron la dicha de conocerlo, sigue siendo la guía en este Club que él engrandeció y puso en la senda de los triunfos.
Fotografías
A continuación les dejamos dos galerías de fotografías de esta joyita del gran Ferro Carril.
Si desean ver Fotografías 360° espectaculares (es como estar en el estatio) hagan click aquí:
Fotografías 360°
Galería 1
Galería 2
Para aquellos que deseen localizar nuestro estadio, a continuación les dejamos la ubicación en base a mapas de Google.
Nota: gran parte de la información aquí detallada surge de las Revistas "60 en Blanco y Negro..!" y "70 Años de Gloria".
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Estadio Luis T. Merazzi
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14.1.17
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